Normalmente desde el momento que l@s niñ@s entran en la escuela, de una manera u otra, ya empezamos a trabajar el nombre con ellos.
El nombre constituye la palabra más significativa para el niño, le interesa de manera especial, por eso lo aprovechamos y comenzamos así el aprendizaje de la lectoescritura.
Una actividad para esto, es buscar las palabras que contiene su nombre y pegarlas con velcro y, más tarde, poner las correspondientes pinzas. (Las pinzas les gustan bastante)
Podemos repasar las letras con los dedos, y la plastilina nos permite manipular las letras fijándonos así en los trazos de las letras que componen nuestro nombre.
Al principio sólo reconocerá su inicial, pero poco a poco irá identificando y escribiendo más letras. A medida que esto evolucione en el niño podemos hacer las siguientes fichas: