Y ahora… La noche estrellada. Uno de los cuadros más bonitos de Van Gogh. No creéis?
Para reproducir este cuadro hemos utilizado la técnica del esgrafiado.
Con ceras blandas cubrimos de colores nuestro «lienzo», luego lo tapamos de negro.
Y ahora, con un palillo, ya podemos crear libremente nuestras noches estrelladas.
Cada una diferente y todas preciosas, ¿verdad?

De este cuadro sabemos  que lo pintó mientras estuvo ingresado en el hospital, esas eran sus vistas desde su ventana, pero no lo pintó por la noche, lo pintó durante el día recordando lo que había visto la noche anteior y este cuadro lo podemos encontrar en el Museo de Nueva York.

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