Un día ambos se encuentran buscando caracoles y comiendo coles, cuando de repente oyen «uuuhhhh!», y el susto les hace salir corriendo. Creen que han visto un monstruo y huyen!! Aunque tan solo era un remolino de viento.
Así que corren a esconderse en un tronco de árbol, pero de repente, otra vez, «uhhhhhh!»
Así que erizo decide disfrazarse con hojas y ramas para asustar a ese monstruo, y conejo decide asustar llenándose de barro.
Pero… se encuentran ambos y, ¡¡¡menudo susto!!! Salen corriendo.
Al correr se desprenden de sus disfraces, y se vuelven a encontrar, más tranquilos y aliviados, y vuelven a su actividad, a comer coles y a buscar caracoles, porque el viento ya se ha ido.
Es un cuento ideal para contar tanto en otoño como en primavera. Ideal para trabajar los conceptos: derecha, izquierda, ya que en varias ocasiones cada animal escapa por un lado diferente. E ideal para trabajar los miedos y los monstruos.
Este cuento pertenece a una serie de cuentos bajo el título: Erizo y conejo, que viven diferentes aventuras.
¡Ésta nos ha encantado!
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