«Hace algún tiempo, en un prado donde pacían las vacas y trotaban los caballos había un viejo muro hecho de piedras, y se encontraba muy cerca de un pajar y un granero.
En aquel muro tenía su hogar una parlanchina familia de ratones.
Los granjeros se habían marchado y el pajar estaba abandonado así que el granero estaba vacío. Y, como el invierno, no andaba muy lejos, los ratoncillos se pusieron a recoger el maíz, las nueces, el trigo y la paja.
Todos trabajaban día y noche. Todos menos Frederick.»
Así comienza «Frederick» de Leo Lionni, y es que Frederick no es un ratón como los demás, parece que no trabaja pero él recoge rayos de sol, palabras y colores para el invierno. Algo que, aparentemente para los demás ratones, no es tan importante como recoger paja y nueces pero que cuando llegue el invierno se darán cuenta de lo que Frederick hacía.
Una versión distinta de la fábula de «La cigarra y la hormiga» que reconoce otro tipo de valores, valorando el trabajo que, aunque diferente, Frederick realiza.
Frederick cumplirá 50 años en 2013 pero lejos de quedarse anticuado podemos aprender muchas cosas de él, tanto niñ@s como adultos.
Y ahora, ¿queréis ver nuestros propios Frederick? Aquí están:
Los hicimos con esta plantilla
Os dejo con el cuento:
Es un cuento precioso, Aurora y vuestros ratoncitos os han quedado geniales. Me guardo el cuento para otra ocasión. Un saludo.
Os han quedado fantásticos!
Pitufibesos, profe Gabby!