Estamos de llena en el proyecto del Otoño. Y como ya estamos en Noviembre he querido introducir la rutina de pensamiento: «Veo – Pienso – Me pregunto» con mis niños.

Las rutinas de pensamiento sirven para hacer visibles el pensamiento, para desarrollar la observación, siendo conscientes de nuestras ideas y pensamientos. Con ellas creamos una cultura de pensamiento en el aula.

Para ello utilicé el cuadro de Arcimboldo «El Otoño».

Los niños tienen 3 años y esta rutina al principio puede ser complicada pero guiándoles un poquito lo hicieron fenomenal.

VEO ¿Qué vemos?
– Una calabaza encima de la cabeza.
– Fruta.
– Una cabeza.
– Una cabeza metida en un agujero.
– Un ojo.
– Perlas.
– Una nariz.
– Una boca.
– Una oreja.
– Un llavero en la calabaza.


PIENSO ¿Qué me hace pensar esta imagen?
– Es un señor.
– Es un señor porque tiene barba.
– Los frutos del otoño se comen todos.

ME PREGUNTO ¿Qué quiero saber?
Esta fue la más difícil, así que la primera pregunta la hice yo a modo de ejemplo. Y ellos siguieron…

– ¿Será un abuelo?
– ¿Es un agujero lo de abajo?
– Se bebe agua.
– Se ha puesto la fruta en la cabeza, se lo ha llevado a su casa y ha hecho la cena en su casa con la fruta.

Como estas dos últimas ya no eran preguntas, si no que ellos mismos estaban respondiéndose decidí acabar aquí.

 La próxima vez cuando diga que vamos a hacer la rutina de pensamiento: Veo, pienso me pregunto y saque el cartel, seguro que ya hay que guiarles mucho menos.